Las uñas encarnadas pueden formarse cuando el lado de la uña del pie comienza a crecer en la carne que rodea la uña. Como resultado, el dedo afectado, más el dedo gordo del pie, puede enrojecerse, hincharse, doler y, en casos graves, infectarse.

Hay muchas razones por las que se puede desarrollar una uña encarnada. Cortarse las uñas de los pies de forma incorrecta es una de las principales causas de las uñas encarnadas. Si las uñas de los pies no se cortan en línea recta o se cortan demasiado, la probabilidad de tener una uña encarnada puede aumentar. Otras causas incluyen tener uñas de los pies inusualmente curvas, usar zapatos que no le dan a los dedos de los pies una cantidad suficiente de espacio y factores hereditarios. Lesionarse el dedo del pie al golpearlo o hacer que un objeto caiga sobre él también puede provocar la aparición de uñas encarnadas. Si no se trata, una uña encarnada puede provocar más complicaciones en el pie.

Si usted es una persona que tiene diabetes, es extremadamente importante tener en cuenta la prevención de las uñas encarnadas, ya que los cortes menores o los rasguños simples pueden provocar complicaciones graves. Puede prevenir las uñas encarnadas asegurándose de que las uñas de los pies estén rectas y de una longitud moderada, usando zapatos que le queden bien y revisando los pies diariamente para detectar signos de problemas en los pies.

El tratamiento para una uña encarnada variará según el caso. Una forma de tratamiento requiere levantar la uña encarnada y colocar una férula o un trozo de algodón debajo. Otro método para un caso más grave implicaría retirar parcialmente la uña. Para los casos que requieren un cuidado extremo, la uña y el tejido deben ser removidos.

Si desea obtener más información sobre las uñas encarnadas, le recomendamos que consulte con un podólogo que pueda darle un diagnóstico adecuado y repasar sus opciones de tratamiento.