Estas lesiones son muy frecuentes porque entre los 25 y los 40 años el tendón de Aquiles experimenta una disminución del riego sanguíneo, lo que debilita esta zona del tendón. La lesión de Aquiles ocurre un par de pulgadas por encima de su inserción en el hueso del talón o en el hueso del talón. Las fibras pueden romperse parcialmente o completamente. Dependiendo de qué tan parcialmente desgarrado esté el tendón, se determinará si se recomienda un tratamiento conservador o quirúrgico. En un tendón de Aquiles completamente desgarrado, generalmente se recomienda cirugía para reparar la lesión. El tiempo de recuperación inicial para la mayoría de las lesiones de Aquiles es de 4 a 6 semanas de inmovilización después de la lesión o la cirugía.Entonces comienza la rehabilitación. Para el esguince-distensión, la rehabilitación puede ser de 4 a 8 semanas. Para el tendón de Aquiles parcialmente desgarrado, la rehabilitación puede ser de 8 a 16 semanas. Para el tendón de Aquiles completamente desgarrado o reparado quirúrgicamente, la rehabilitación puede ser de 6 meses a 1 año. Con cualquier tipo de lesión importante del tendón (desgarro parcial o completo), generalmente hay hasta un 20% de pérdida de fuerza. Para recuperar la fuerza casi antes de la lesión, se debería que trabajar el tendón durante la rehabilitación un 20% más que el lado no afectado para obtener la misma fuerza en ambas piernas.

La cirugía de Aquiles generalmente implica volver a unir los dos extremos rotos. Existen varias técnicas para realizar la reparación. También se utilizan injertos para reforzar la reparación. Existen varias complicaciones potenciales con la reparación quirúrgica del tendón de Aquiles que consiste en, pero no se limitan a, ruptura, sitio quirúrgico / piel que no cicatriza, debilidad, rigidez y la necesidad de cirugías adicionales para abordar las complicaciones.

Las lesiones de la pantorrilla suelen afectar la cabeza medial del vientre del músculo gastrocsoleus cerca de la unión miotendinosa. Por lo general, estos requieren de 3 a 4 semanas de inmovilización seguidas de 4 a 8 semanas de rehabilitación. Retorno habitual a las actividades completas y habituales entre las 8-12 semanas. Las complicaciones comunes de esta lesión son un hematoma, que es una acumulación de sangre seca dentro del músculo. A menudo, se recomienda la extirpación quirúrgica del hematoma para ayudar con la curación.