Cuando el pie o el tobillo sufren un traumatismo, puede producirse una fractura. Las causas de las fracturas de pie y tobillo pueden variar. En algunos casos, un impacto obvio en el pie o una caída puede estar detrás de una fractura. Las fracturas también pueden ocurrir debido al aumento de la tensión en el hueso con el tiempo. La ubicación de la fractura a menudo puede brindarle a su podólogo información sobre cómo ocurrió la fractura.

El dolor, especialmente al soportar peso, es un signo revelador de una fractura. Cojear debido a este dolor es un signo más de una fractura de pie o tobillo. Otros síntomas incluyen inflamación, hematomas, deformidad y sensibilidad. Puede ocurrir una deformidad debido a un cambio en la alineación del hueso o una dislocación de la articulación cerca de la fractura. Si bien el dolor es un síntoma importante de rotura, es posible que un paciente que tenga daño en los nervios o que tenga diabetes no sienta este dolor. En este caso, su podólogo buscará signos adicionales para determinar si se ha producido una fractura.

Si tiene un dolor intenso, no puede caminar sin cojear, tiene una herida abierta cerca de la supuesta rotura o tiene entumecimiento u hormigueo en los dedos de los pies, debe consultar a su podólogo.