Los dedos en martillo pueden identificarse por una curvatura anormal en la articulación media del dedo. Esta flexión anormal puede provocar una presión adicional en el dedo del pie cuando se usan zapatos. También puede causar dolor o malestar al caminar o correr. Debido a que los dedos en martillo generalmente empeoran con el tiempo y se vuelve cada vez más rígidos, se recomienda que busque la ayuda de un podólogo para las opciones de tratamiento si cree que está experimentando los síntomas de esta deformidad.

Aquellos que experimentan el dedo en martillo también pueden encontrar otros problemas relacionados con el pie que acompañan a esta afección, como callos o callosidades. Algunos factores que pueden influir en su probabilidad de tener un dedo en martillo incluyen la vejez, la longitud de los dedos, el calzado inadecuado y la genética. Aquellos que tienen diabetes o artritis también tienen más probabilidades de tener complicaciones relacionadas con el pie, incluido el dedo en martillo.

Para ayudar a prevenir mejor el dedo en martillo, se recomienda que evite usar zapatos que limiten el espacio para los dedos de los pies. El calzado con tacones bajos, así como las correas o cordones ajustables, puede resultar útil a la hora de proporcionar a tus pies un amplio espacio para moverse. Comprar zapatos que le queden bien también es importante, por lo que recomendamos comprar al final del día, cuando sus pies están más grandes. Esto le ayuda a evitar elegir un zapato demasiado pequeño para sus pies.

Se recomiendan aparatos ortopédicos, así como almohadillas médicas para callos y callosidades que pueden desarrollarse debido a su dedo en martillo, para ayudar a aliviar las molestias. Los ejercicios ligeros para los dedos de los pies también pueden ser útiles para fortalecer los músculos y la movilidad de los dedos de los pies.

Para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento recomendado, le sugerimos que consulte con un podólogo para obtener ayuda y atención profesional